Tomar el camino del emprendimiento implica tomar el control y asumir que la prosperidad de una empresa depende del trabajo personal. Al menos en buena medida, pues también hay que considerar los factores externo.
Un/a emprendedor/a define sus propios objetivos y toma todas las decisiones alcanzarlos, con la motivación que supone el reto. El aprendizaje que de ello se genera suele ser mayor que el del trabajo por cuenta ajena, pero también es mucha más la responsabilidad. Por eso hay que tener en cuenta cuestiones clave a la hora de emprender.
1. Define bien tu nicho
No importa lo duro que trabajes si el negocio no resulta lucrativo: acabarás invirtiendo tiempo y dinero en algo abocado al fracaso por la falta de mercado.
Las empresas que triunfan son aquellas tan rentables que pueden resistir ante eventos externos e inesperados, como sucede con las crisis económicas. Antes de ponerte a ello debes investigar, profundizar en los números y asegurarte de que contarás con bastante demanda, además de predecir los réditos de las ventas.
2. Visualiza el proceso como una carrera de fondo
El éxito tiene mucho que ver con la elección de un mercado suficiente y productos/servicios que generen beneficios, sí, pero también con la resistencia y el largo plazo. No esperes recuperar lo invertido en los primeros meses, puede que ni siquiera en los primeros años. Debes mantener el foco en construir una empresa sólida a largo plazo.
Hay que ser paciente también para el acceso a financiación, además de estudiar un plan adecuado. Si cuentas con respaldo habrá menos posibilidades de fracasar, así que tómate el tiempo necesario para calibrar bien las posibilidades.
3. No anticipes el fracaso
Siempre será una posibilidad, pero la idea no puede obsesionarte. Es muy común que no salga bien a la primera, y ni siquiera a la segunda o la tercera, pero el aprendizaje obtenido se puede utilizar para el éxito futuro. Más aún si estás siempre abierto/a la formación.
Será menos probable que fracases si evitas excesos en los gastos, si encuentras formas rápidas para obtener liquidez o si negocias pagos por adelantado.
4. Vende soluciones, no productos
Un consumidor medio tendrá decenas de artículos o servicios similares entre los que elegir, así que las grandes campañas de marketing basadas en el “compra, compra, compra” de poco te van a servir.
Profundiza en tu perfil de cliente. Debes conocerle en profundidad para saber qué necesita y presentarle el producto como algo que de verdad le ayudará. La información que extraigas te servirá para mejorar.
Te queda un largo camino por recorrer en esto del emprendimiento, pero lo que aprendas durante el trayecto será de un valor incalculable. Aunque no saliera bien, piensa que cada paso te acerca a tu objetivo.